jueves, 24 de febrero de 2011

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jueves, 17 de febrero de 2011

el ser humano

“De Kika para todos”


EL SER  HUMANO.

LECTURA 01  El ser humano como una totalidad
Luz Marina Alonso Palacio*, Isabel Escorcia de Vásquez** Samuel Ramos, médico y filósofo, habla sobre el nuevo humanismo y sostiene que, lejos de haberse restablecido la armonía y el equilibrio del ser humano, el hombre se halla desorientado entre la multitud de cosas que lo dominan: «La voluntad propia del individuo, sus sentimientos, sus aspiraciones, su vocación, sus fuerzas se revuelven impotentes bajo la máscara que le ha puesto el mundo exterior». Este autor afirma que el problema se origina en una falsa valoración que tergiversa los valores, es decir, los invierte, y en la ausencia de una escala estimativa de índole universal. La verdadera tragedia de los tiempos actuales es carecer de una tabla ideal de valores, de donde se saquen las normas para regular la conducta de los hombres. Hoy en día podemos observar que el individuo no ha entendido cómo vivir en el mundo real; sin embargo, se enfrenta a una nueva cultura consistente en cómo vivir en el ciberespacio. El individuo siempre está en una lucha constante en aras de la conservación de su integridad.                        Retomemos al profesor Vélez, quien define al ser humano a partir de tres dimensiones: El Yo, el Otro y el Universo. La percepción del yo la describe como la percepción más profunda y existencial. Dice, además, que cuando analizamos qué somos, brota inmediatamente el dualismo cuerpo-alma, materia-espíritu. Esta concepción es herencia del racionalismo cartesiano. Descartes hablaba de la res extensa, la cual puede mensurarse, y de la res cogitans, no mensurable; de aquí se derivó el concepto de que el humano está compuesto de cuerpo, formado por células y de un principio vital situado en la pineal o en otro sitio. La misma ciencia moderna, tal como lo señala el autor mencionado, ha revaluado este concepto dualista, pues no se puede trazar una línea entre la materia y el principio vital. Vélez plantea que el ser humano tiene características propias, tales como: Poder exceder los instintos, conciencia del pasado, inquietarse por el futuro, capacidad de intimidad, a las que agregamos la inteligencia emocional, reconocida en el individuo y estudiada por Goleman3, y que hoy en día es considerada de gran valor. De igual manera es preciso mencionar las concepciones de Morín4 sobre el pensamiento complejo del individuo.
     Cuando se habla del Otro, un componente importante en las sociedades actuales, donde el conflicto es el pan de cada día, resulta imperioso trabajar sobre esta relación, pues el proceso de desarrollo de la humanidad ha hecho que la sociabilidad cada día sea más necesaria, y hoy en día se realiza a velocidades inimaginables por el uso de nuevos sistemas tecnológicos. «La muerte es no poder comunicarnos, o porque no nos entienden o porque no podemos expresarnos» (Pier Paolo Passolini). Lo importante en la relación con el otro no es sólo conocerlo sino respetarlo, ayudarlo a convertirse en un mejor ser y crecer junto a él sin miedos y temores, ya que éstos son la contradicción del amor.        El Universo, el último elemento citado por Vélez, es básicamente la relación armónica del hombre y la mujer con lo que los rodea; a ello se refiere no sólo el entorno material sino el cultural. Esta relación con el universo implica entonces relaciones biológicas, sicológicas y ecológicas. Cabrera5, estudioso de las relaciones ecológicas y respeto a la totalidad, dice: «Todos somos parte de este planeta y a todos nos compite salvarlo porque es nuestro hogar». Las palabras de este autor fomentan el respeto por la biodiversidad y las relaciones con el todo.